martes, 7 de junio de 2011

Guerrilla comunicacional: legítima arma del pueblo


Irán Aguilera Abad
Muchos estudiosos de los  procesos comunicacionales, como el mexicano Fernando Buen Abad, aseguran que actualmente vivimos intensos episodios de guerra de cuarta generación, “donde los medios de comunicación, como armas de guerra ideológica, están siendo cada vez más agresivos contra los pueblos de vocación democrática”. Por eso, amigo lector, no es aventurado decirte, parafraseando un poco al también especialista  Manuel Freytas, que tengas cuidado, tu cerebro está siendo bombardeado. Mientras tú descansas o consumes, mientras disfrutas de los espectáculos que te ofrece la televisión u otro medio, una fuerza invisible, una verdadera fuerza militar, está intentando ocupar tu mente para controlar tu conducta y tus emociones. Tu voluntad puede estar siendo dirigida por esa  fuerza de ocupación sin que te des cuenta. Es que sin percatarnos somos el objetivo a conquistar en esta Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare – 4GW) formulada teóricamente en 1989 por William Lind y otros oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos. Esta, hoy por hoy, no es más que otra variante de la llamada Guerra Infinita iniciada formalmente por Bush II en el año 2001, y que es utilizada intensa y globalmente las veinticuatro horas del día.  Las batallas de la 4GW no se desarrollan en espacios físicos, sino en el producto supremo del cerebro: la psique. El objetivo militar no es ocupar territorios, sino nuestros cerebros. Los fusiles ya no apuntan al cuerpo, sino, de manera preferencial, a nuestras contradicciones y vulnerabilidades psicológicas. Somos constantemente monitoreados e incluso controlados por expertos. Esta es la variante más audaz de la nueva guerra imperialista, donde no se pueden ver claramente los frentes ni las retaguardias. Una guerra sin armas de fuego,  que forma parte, como componente élite, de la gran estrategia militar del imperialismo, globalizada y sin fin, quien no la constriñe en límite alguno de tiempo o geografía. Es una guerra de última generación, sofisticada y perversa, en donde somos a la vez víctimas y victimarios. Con esa misma 4GW es con la que se está atacando brutalmente a Venezuela por haber cometido el pecado de comenzar a transitar, soberanamente, por el camino de la revolución social en democracia y libertad.
Ante esta peligrosa forma de agresión a nuestra patria, con la cual los agresores utilizan todos los adelantos de los gigantescos recursos de la tecnología de la informática y de las comunicaciones globalizadas al servicio del capitalismo, el Gobierno Nacional tomó la iniciativa de crear los comandos de guerrilla comunicacional y juramentó los primeros 12 de abril del año pasado, precisamente a ocho años del apagón mediático con el que se pretendió amordazar al pueblo para imponer la dictadura fascista de Carmona. Pero también a ocho años de la primera gran victoria de nuestro pueblo contra esa agresión. En su Aló Presidente número 355 el Comandante Hugo Chávez orientó así: “La batalla mediática debe librarse todos los días, tenemos que enfrentar el silencio mediático”. Y podemos agregar también, para no olvidarlo, que la mayoría de los medios radioeléctricos e impresos están en manos del fascismo quien los utiliza en calidad de peones al servicio de la 4GW.
La guerrilla comunicacional es una iniciativa para lanzar una poderosa contraofensiva desde el movimiento popular organizado. Podemos utilizar murales, cine, teatro, libros, cuentacuentos, medios comunitarios y alternativos etc. Se le debe orientar coherente y articuladamente desde los núcleos organizados del poder popular. Movilizar intensamente los liceos, universidades, misiones, sindicatos, organizaciones comunales y el Polo Patriótico, para informar veraz y oportunamente desde el momento justo. Debe hacerse con la creatividad, movilidad y rapidez que caracteriza a una fuerza guerrillera.  Debemos utilizar los medios más eficaces para difundir las ideas y logros de la revolución bolivariana y las orientaciones del Comandante Presidente. En otras palabras: abrir ampliamente la participación activa y democrática de todo el pueblo en la batalla de las ideas para ganarla. Dice Buen Abad: hay que “formar a ciudadanos y ciudadanas paradesmontar las matrices ideológicas de la mediática oligarca, y empezar a construir el nuevo lenguaje comunicacional, utilizando la tecnología para la liberación”.
Lograr el triunfo de las ideas del pueblo es derrotar la ideología burguesa que el enemigo trata de imponer desde sus medios de comunicación utilizando el terrorismo mediático. La guerrilla comunicacional es un arma del pueblo quien tiene el derecho de defenderse de una agresión que no respeta fronteras y que está al servicio de intereses antinacionales. Es una valiosa contribución para la construcción de la democracia del pueblo, la democracia socialista, que con la revolución bolivariana queremos edificar en paz los venezolanos.

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